Crítica: Batman Vuelve





Batman Vuelve es lo que el Batman de 1989 debería haber sido: esta primera secuela si que nos  muestra que significa ser Batman.



El guión de Batman Vuelve, firmado por Daniel Waters, apenas consta de incoherencias (esta vez, debido al conjunto final de la película, es más fácil pasarlas por alto) y posee un ritmo tan bien cuidado que en ningún momento pierdes interés.
Tanto Bruce como Catwoman y El Pingüino tienen un arco de desarrollo durante toda la película y, aunque en menor medida que en la primera entrega, los enemigos siguen teniendo más protagonismo.

Sin lugar a dudas, lo mejor de todo son los personajes y las actuaciones de sus respectivos actores. Los encuentros entre Bruce Wayne (de nuevo Michael Keaton, sin escenas flojas por su parte) y Selina Kyle (Michelle Pfeiffer) están muy bien escritos y poco a poco van revelando sus inquietudes. Lo mismo ocurre cuando ambos se ponen sus trajes, tornándose estos momentos en algo más sádico y sexual.
No entiendo como Michelle Pfeiffer no fue nominada a ningún premio por su increíble caracterización. El cambio entre la vulnerabilidad e introversión de Selina y la seguridad y fiereza de Catwoman es increíble.
Los epílogos finales de ella y El Pingüino (Danny DeVito), buenos clímax para todo ese tema de humanidad/monstruosidad del que habla la película..

Bruce Wayne
 
El Pingüino

Selina Kyle

Tim Burton regresa tras las cámaras con una puesta en escena muy superior a la de Batman, destacando esa fotografía azulada de las escenas nocturnas o la batcueva y los fondos de la ciudad introducidos por ordenador.

Comparando lo bueno y lo malo de esta entrega y su antecesora, es evidente que Batman Vuelve sale ganando. Pero es curioso que la banda sonora de Danny Elfman, uno de los puntos fuertes de Batman, haya decaído tanto. En algunos momentos esta suena demasiado "navideña" y cómica (sobretodo en escenas del Circo del Triángulo Rojo). Y este es, junto a la música, el otro punto malo que le veo a la película. Durante la primera parte hay dos o tres escenas que abusan de ese tono navideño y de mensajes al estilo "es navidad, seamos buenos los unos con los otros". Nada que ver con el mundo de Batman.

Como dije al principio las incoherencias esta vez son mínimas y, teniendo en cuenta el tono general menos realista de esta entrega, es posible pasar por alto dos de ellas. Ambas tienen que ver con el aura sobrenatural que rodea a dos escenas de Selina Kyle. Por otro lado, si Selina es tan introvertida y parece dedicar tanto tiempo a su trabajo antes de convertirse en Catwoman, ¿como es posible que una vez metida en el traje pelee de una forma tan ágil y atlética y maneje el látigo de ese modo?
La última incoherencia se da en una escena en la que El Pingüino cuenta a Catwoman sus planes para acabar con Batman y le muestra unos planos muy detallados del batmobil que, en ningún momento, se explica de donde salen.


Catwoman
Batman


Hay un par de cosas que no llegan a disminuir la calidad final pero que merecen ser mencionadas. Una es que en algunas escenas de exteriores, de las calles de Gotham, es bastante evidente que los edificios son falsos. La otra hace referencia a la primera vez que se encuentran Batman y Catwoman (algo similar a lo que ocurría entre Bruce y Vicki en la primera película) ella consigue atravesar el traje de él, clavándole una de sus falsas uñas metálicas. Siempre he visto esto como una metáfora que versa acerca de la vulnerabilidad de Bruce. Pero no tiene ningún sentido puesto que en la anterior entrega, a Batman le disparan a quemarropa y no le causan ninguna herida. Deberían haber explicado a que se debe esta desevolución del traje.

Un transfondo adulto y dramático oculto tras una película entretenida, que podría haber sido el principio de algo interesante...


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