Crítica: Battlefield 3
Ambientado en un futuro próximo, este FPS nos pone en la piel de un miembro del ejército americano, que es enviado a Irán a detener una organización de "luchadores por la libertad".
Pese a que queda patente desde el primer momento que en su desarrolladora, DICE, se inspiraron en uno de sus máximos competidores, Call of Duty Modern Warfare, el juego consigue distanciarse gracias a unos apartados gráfico (increíbles los efectos de iluminación) y sonoro estupendos y a su buen desarrollo de misiones.
Si bien su historia no es totalmente original, el juego no aburre en ningún momento y goza de algunos momentos que, en combinación con algunos temas de la banda sonora, consigue ponerte la piel de gallina (como las misiones aéreas, las mejores que he visto nunca de este estilo).
Aunque no son fallos importantes, es curioso oír a veces, tras despejar una zona de enemigos, como tus compañeros caen al suelo y chillan (porque a partir de ese momento ya no te acompañan en la misión) como si les hubieran matado. O, al reiniciar un nivel cuando te han matado, oír que en zonas por las que ya has pasado caen cristales.
Pero el gran fallo de este juego, y a esto debemos culpar a su distribuidora, Electronic Arts, y no a DICE, es que obliga a los usuarios de pc a estar conectados constantemente a internet con un programa muy similar al Steam de Valve llamado Origin. El cual, mientras está abierto, analiza constantemente el contenido del ordenador y envía información a la compañía. Con esto, según sus responsables, se pretende luchar contra la piratería.. Si es cierto que antes de instalar el programa en cuestión se nos pide que aceptemos los términos de contrato, pero a nadie le importa lo que yo tenga o deje de tener en mi ordenador. Una cosa es hacer que estemos conectados a internet durante toda la partida (cosa discutible, pero en parte aceptable) y otra que una distribuidora de videojuegos intente impartir justicia en esta afectada industria de una forma tan despreciable.
Pese a todo esto parece que Electronic Arts se ha dignado de una vez a ofrecer lo que promete (junto a Crysis 1 y 2, este Battlefield es de lo mejor de los últimos años). En el pasado siempre mostraba tráilers de juegos con buenos gráficos y doblaje a varios idiomas, pero ahí quedaba todo. Después del primer nivel comprobábamos que el juego perdía fuerza y todo lo bueno estaba en esos dos minutos de vídeo ofrecidos.
Pese a que queda patente desde el primer momento que en su desarrolladora, DICE, se inspiraron en uno de sus máximos competidores, Call of Duty Modern Warfare, el juego consigue distanciarse gracias a unos apartados gráfico (increíbles los efectos de iluminación) y sonoro estupendos y a su buen desarrollo de misiones.
Si bien su historia no es totalmente original, el juego no aburre en ningún momento y goza de algunos momentos que, en combinación con algunos temas de la banda sonora, consigue ponerte la piel de gallina (como las misiones aéreas, las mejores que he visto nunca de este estilo).
Aunque no son fallos importantes, es curioso oír a veces, tras despejar una zona de enemigos, como tus compañeros caen al suelo y chillan (porque a partir de ese momento ya no te acompañan en la misión) como si les hubieran matado. O, al reiniciar un nivel cuando te han matado, oír que en zonas por las que ya has pasado caen cristales.
Pero el gran fallo de este juego, y a esto debemos culpar a su distribuidora, Electronic Arts, y no a DICE, es que obliga a los usuarios de pc a estar conectados constantemente a internet con un programa muy similar al Steam de Valve llamado Origin. El cual, mientras está abierto, analiza constantemente el contenido del ordenador y envía información a la compañía. Con esto, según sus responsables, se pretende luchar contra la piratería.. Si es cierto que antes de instalar el programa en cuestión se nos pide que aceptemos los términos de contrato, pero a nadie le importa lo que yo tenga o deje de tener en mi ordenador. Una cosa es hacer que estemos conectados a internet durante toda la partida (cosa discutible, pero en parte aceptable) y otra que una distribuidora de videojuegos intente impartir justicia en esta afectada industria de una forma tan despreciable.
Pese a todo esto parece que Electronic Arts se ha dignado de una vez a ofrecer lo que promete (junto a Crysis 1 y 2, este Battlefield es de lo mejor de los últimos años). En el pasado siempre mostraba tráilers de juegos con buenos gráficos y doblaje a varios idiomas, pero ahí quedaba todo. Después del primer nivel comprobábamos que el juego perdía fuerza y todo lo bueno estaba en esos dos minutos de vídeo ofrecidos.